G-EW6C7D1YG2

miércoles, 12 de enero de 2022

¿Por qué me obligan a estudiar? Yo solo quiero aprender

 

Aprendo estudiando o estudio aprendiendo



Cuando esta pregunta asalta la mente de un educador es motivo de sobresaltos y si no lo es algo está mal, pues esto me ocurrió hoy, razón por la cual salte de la cama y mientras preparaba el café estas preguntas martillaban mi cerebro, esto me obligo peguntarle a mis mentores de la educación: mis hijos, la respuesta fue un golpe contundente a mi formación académica y un respiro a mi espíritu transformador: Yo quiero aprender y se estudia aprendiendo, si así de un solo plumazo se desmorona un sistema educativo diseñado para educar y no para aprender a vivir y a ser parte integral de la sociedad, inmoviliza al ser humano esperando una orden, discapacita al individuo pues solo se ciñe al manual normalizando la vida y deja poco espacio para pensar, sentir y desarrollarse en la vida.

Haciendo una retrospectiva al niño en preescolar se le sienta en mesas y comparten con sus compañeros trabajando en un ambiente de colaboración su estancia en el aula, pero toda esta magia termina al iniciar la escuela básica o primaria, entran al salón y se encuentran con hileras de pupitres donde está literalmente prohibido consultar con tus compañeros y se te castiga si rompes la regla, En este punto se inicia lo que algunos llaman “un crimen llamado educación”, para otros, modelo educativo industrial, luego modelo por competencias y así desde el siglo XX llegamos al siglo XXI con estudiantes que odian la educación, odian la escuela, odian a los educadores y también odian a sus padres por llevarlos obligados a una cárcel disfrazada de escuela.

Todo lo antes descrito ya ustedes lo saben y se trata ahora de que vamos a hacer, no por nosotros que ya estamos de paso, por nuestros hijos, por las generaciones futuras, la tierra es la única casa conocida, la hemos venido destruyendo en nombre de la humanización y esa herencia dejada es bastante pesada de cargar y más aún si los dejamos sin herramientas para buscar soluciones a tantos desmanes nuestros.

¿Qué podemos hacer para revertir todo esto? Parece algo muy difícil de contestar, es más difícil aceptar que el tiempo de este modelo educativo ya termino en primera instancia y a partir de ahí empezar a construir lo que realmente necesita al menos esta generación, la premisa fundamental: educar desde sus necesidades, evitando imponer las nuestras, las bibliotecas universitarias, los repositorios y las revistas científicas están plagadas de investigaciones sobre lo que debe ser y hacer el estudiante y lo que realmente debemos investigar: ¿Cuáles son sus necesidades?, ¿Cuáles son sus aspiraciones? ¿Qué quieren aprender? ¿Cómo quieren aprender?, en pocas palabras, dejemos de pensar por ellos.

Lo que parecía una utopía la pandemia del Covid-19 lo hizo realidad, si es posible una educación bimodal e incluso un modelo online, la tecnología ya está disponible, las propuestas teóricas también lo están, en los actuales momentos ya estamos hablando de educación permanente, de Ecosistemas Digitales de Aprendizaje, de la Inteligencia Artificial, Realidad Aumentada, Realidad Virtual, pueden ser aliados inmejorables en esta nueva era.

La docencia también cambia de rol y se convierte en facilitadora y coadyuvante del aprendizaje personalizado, esto implica una transformación profunda de la hasta ahora conocida función docente. Las instituciones educativas, aquellas moles de piedra inamovibles están en la mira, la rueda se seguirá moviendo y a gran velocidad, la que insista en quedarse en el modelo actual será devorada o convertida en museo.